Un rosedal es un conjunto de rosales que se desarrollan en el mismo terreno; es decir, un jardín de rosas. Para nosotros, la rosa es un símbolo que encarna muchas de las experiencias que vivimos a través de nuestra práctica de Yoga.
A lo largo de la historia, la rosa ha representado el amor universal y los afectos, el poder de vincularse con otros seres, y el disfrute pleno del presente. Además, sus espinas simbolizan los desafíos en el camino evolutivo, la consciencia sobre los pesares, y los mecanismos de protección y adaptación ante la adversidad. Y sus botones nos recuerdan el proceso de transformación alquímica, el potencial de fecundidad y la consciencia sobre el renacimiento constante de la vida.
Tal como los pétalos de la rosa se abren capa por capa, el proceso de la práctica de Yoga se va desplegando de forma paulatina y delicada, mientras exhala su perfume de plenitud al vivir la propia experiencia. Y nos gusta pensar que, cuando compartimos nuestros afectos, desafíos y transformaciones en comunidad a través del Yoga, podemos apoyarnos, cultivarnos y vivir en conjunto el cambio continuo de la vida, como un rosedal.
Qué buscamos
Somos una escuela de Yoga que busca enseñar el cultivo personal desde el movimiento corporal consciente, en un espacio que integre nuestras diversas identidades e historias, y que nos permita explorar en conjunto las complejidades de nuestra experiencia humana.